El Ojo en Condiciones Sludables
En la primera publicación del blog, quería darme a conocer y que supierais quién soy, qué hago en el Centro Óptico Allueva, y cómo puedo ayudaros con vuestra salud ocular. Ahora, en esta segunda publicación, me gustaría hablar sobre varios temas:
- ¿Por qué es importante la Salud Ocular?
- ¿Cómo podemos determinar si tenemos una Buena Salud Ocular?
- ¿En qué puede desencadenar una mala Salud Ocular?
El objetivo de tratar este tema es destacar la importancia de entender las características de un ojo sano o «normal». Esto nos permite identificar cualquier desviación de lo «habitual» y alertar sobre la posible presencia de patologías o condiciones visuales, ya sean esta consecuencia de una mala salud visual u otras causas. Al hacerlo, podemos abordar o incluso prevenir dichas condiciones en lo posible.
¿Por qué es importante la salud ocular?
Tus ojos son una ventana no solo al mundo, sino también a tu bienestar. Unos ojos sanos te permiten disfrutar de una visión clara, nítida y cómoda, además, una buena salud ocular es importante para evitar o minimizar los efectos de patologías que en un futuro puedan afectarnos, generándonos pérdida de visión, dolor o afecciones a otras estructuras u órganos. Por todo esto, mantener tus ojos en buen estado es crucial.
Muchas enfermedades son inevitables, ya sea porque su origen es genético, congénito o simplemente aparecen asociadas a la edad, pero esto no significa que no podamos hacer ciertos controles para ver en qué etapa se encuentran y actuar conforme a la gravedad de la situación lo antes posible y así conseguir que sus consecuencias sean mínimas y afecten lo menos posible al día a día del paciente.
Sin embargo, otras enfermedades sí son evitables, gracias a la prevención, protección o ergonomía en ciertas actividades laborales o del día a día.
¿Cómo podemos determinar si tenemos una buena salud ocular?
Para chequear nuestra salud ocular, es importante hacer revisiones oculares periódicas tanto por parte de un óptico optometrista como de un oftalmólogo.
Hay signos de enfermedades oculares que no son apreciables por el paciente:
- Ya sea porque no existe molestia, dolor o efectos visuales que nos alerten, como por ejemplo la tensión ocular, un signo indoloro que produce glaucoma.
- Simplemente, el paciente no es consciente de la pérdida porque siempre ha visto así o la pérdida ha sido tan paulatina que no la ha detectado.
- O en el caso de los niños “no saben cómo deben ver” o no saben expresarlo.
En cualquiera de los casos anteriores, es muy importante detectar estas situaciones a tiempo, para abordarlas lo antes posible y así tener un porcentaje de éxito mayor.
Mi consejo es que visite un establecimiento de óptica, un óptico optometrista le atenderá, le escuchara, le realizara ciertas preguntas sobre su día a día, su salud general y antecedentes oculares personales o familiares, después realizará un examen visual que podemos dividir grosso modo en dos partes, aunque ambas están muy relacionadas: una de ellas es el examen optométrico, tras el cual determinará la graduación con la que mejor ve, y la segunda se centrará en la salud ocular y la integridad de las estructuras oculares. A partir de todas esas pruebas y test determinará si existen signos que nos alerten de alguna posible enfermedad que debe ser evaluada por otro profesional, normalmente derivamos el paciente al oftalmólogo, pero pueden ser útiles los conocimientos de otros profesionales sanitarios.
También es importante estar atentos a ciertos síntomas que podemos padecer nosotros o la gente que nos rodea, como entrecerrar los ojos, frotarlos, acercarnos o alejarnos en exceso las pantallas o escritos… además de tener especial atención si se trata de una persona que trabaja muchas horas frente a pantallas o hablamos de un niño o adolescente en pleno desarrollo.
Otros consejos pueden ser: llevar una dieta rica en antioxidantes, ya que puede ayudar a proteger tus ojos del daño causado por los radicales libres o dormir lo suficiente y hacer descansos regulares si trabajas frente a una pantalla.
¿En qué puede desencadenar una mala Salud Ocular?
La estructura del ojo es fascinante y compleja, cada parte juega un rol fundamental para garantizar que puedas ver con claridad. Podemos determinar que alteraciones en la salud ocular están asociadas a ciertas patologías, en este caso lo explicaremos de forma esquemática para simplificarlo, empezando de fuera a dentro, es decir, de la parte más externa del ojo a la más interna:
- Párpados y pestañas: una mala higiene de párpados y pestañas puede generar blefaritis (inflamación de párpados) u orzuelos (infección en el borde del párpado).
- Lágrima: las lágrimas no solo aparecen cuando estamos emocionados; juegan un papel crucial en la salud ocular. Si la cantidad o calidad de nuestra lágrima es buena, nos aseguraremos de mantener la superficie de los ojos húmeda y evitar el ojo seco y con ello molestias e irritaciones derivadas de una mala lubricación ocular. El síndrome de ojo seco puede aparecer asociado a la edad, si trabajamos con pantallas, en ambientes con partículas en suspensión… y es fácilmente tratable mediante el tipo de lágrimas artificiales que más se adecue a cada situación.
- Córnea: es la parte transparente que recubre el ojo, contribuye a la focalización de las imágenes dentro de nuestro ojo y actúa como una barrera protectora. Si no protegemos nuestros ojos en ciertas actividades, podemos sufrir heridas a nivel corneal o incluso infecciones que pueden alterar la claridad de tu visión y afectar el confort de tus ojos.
- Conjuntiva: la conjuntiva es una capa que recubre la parte blanca del ojo y puede ser afectada por irritaciones, infecciones y alergias. Por ejemplo, la conjuntivitis, conocida como «ojo rojo», es una infección común que puede causar enrojecimiento, picazón y secreciones, para prevenirla es importante mantener una higiene ocular adecuada y lavarse siempre las manos antes de tocarte los ojos, especialmente si usas lentes de contacto.
- Iris y pupila: el iris es la parte coloreada, y la pupila, es el hueco que queda dentro de esta zona coloreada, esta última se dilata y contrae dependiendo de la luz que incide en nuestros ojos. Los ojos sanos deben reaccionar adecuadamente a los cambios de luz, es decir, las pupilas deben dilatarse en condiciones de poca luz y contraerse cuando hay mucha iluminación. Si tus pupilas no responden de manera eficiente, puede ser una señal de que algo no está bien, ya que las alteraciones en la respuesta a la luz pueden estar relacionadas con afecciones a nivel del sistema nervioso o incluso con el uso de ciertos medicamentos; produciendo fotofobia.
- Cristalino: es una estructura imprescindible para adaptar nuestra visión a un estímulo lejano o cercano. Es importante protegerse adecuadamente de la luz ultravioleta y tener cuidado con ciertos medicamentos, en especial los corticoides, para evitar que se generen cataratas en estadios tempranos.
- Retina: la retina puede dañarse por multitud de causas:
» Asociadas a patologías como la diabetes, enfermedades cardiacas o nerviosas, por lo tanto, nuestra salud general influye y mucho en nuestra salud ocular.
» También puede dañarse debido a la miopía o la exposición a la luz ultravioleta, por lo que es importante evitar el crecimiento excesivo de la miopía y protegerse de la luz solar.
» Si el daño viene asociado a la edad, el pronóstico será más favorable, cuanto más sanos están nuestros ojos
- Nervio óptico: se ve afectado principalmente cuando existe glaucoma y para prevenirlo o tratarlo a tiempo debemos tomar la presión ocular, ya que es el principal signo, en la mayoría de los casos, de que existe daño a nivel del nervio óptico o de que podemos padecerlo. La presión intraocular es uno de esos aspectos de la salud ocular que no se sienten, pero que es vital mantener bajo control, un nivel normal de presión ocular es esencial para proteger el nervio óptico y prevenir el glaucoma, ya que los daños que se producen son irreversibles.
Reflexión final: ¡Cuida tus ojos como el tesoro que son!
¿Alguna vez te has preguntado por qué nuestros ojos son tan sorprendentes? ¡Piénsalo! Son como pequeñas cámaras de alta tecnología. Nos permiten ver todo: desde un atardecer impresionante hasta ese mensaje de texto que apenas leemos medio dormidos. Sin embargo, al igual que cualquier dispositivo delicado, necesitan su «mantenimiento». Es importante protegerlos de agentes externos y asegurarnos de que descansen adecuadamente.